sábado, 18 de diciembre de 2010

- ¿Es verdad que el origen del pleito fué el chico de segundo?
- Sí -respondió- Aún no supero el "Síndrome de Estocolmo". Estoy trabajando en eso.
-Cuando lo logres se acabarán tus problemas.
- Eso mismo dijo el otro día una de mis compañeras. Comentó que si yo había dejado de quererlo, mis dificultades terminarían por entero. Concidí con ella y ahora con usted, pero existe un contratiempo que no me deja libre para actuar.
- ¿Cuál?
- Que todavía lo quiero.
La maestra sonrió y movió la cabeza